Qué es hacer psicoterapia
Psicoterapia o el abordaje desde la psicología
Para saber qué es psicología debemos hacer un poco de historia. Su raíz etimológica viene de la palabra griega psico=alma o mente, y logía= estudio. Es entonces el estudio de la mente o del alma humana.
El campo de los procesos mentales abarca diversos fenómenos como son los pensamientos, las emociones, las conductas y sus relaciones entre si, dentro del marco del mundo interno, social y por supuesto de la cultura del individuo.
El origen de la Psicología como fuente de pensamiento y estudio se remonta a la Filosofía, aunque sus remotos orígenes nacen con el hombre y su capacidad de cuestionar sobre si mismo, sobre el mundo y sobre la posibilidad de trascendencia.
A partir de fines del siglo XVIII gracias al desarrollo de las ciencias naturales y la aparición del método científico-experimental, se va delimitando también el campo de lo psicológico o psíquico, como un conjunto de fenómenos, observables y de análisis empírico, atendiendo sobre todo a los datos de la conciencia, como la atención, la memoria, la percepción, el pensamiento, etc. Con estas investigaciones se comienza a buscar soluciones a los distintos trastornos que perturbaban la vida del individuo.
Hoy en día la psicología trabaja tanto con individuos y familias, como con organizaciones, dentro del ámbito militar, en el ámbito educativo, como herramienta de marketing, etc.
¿Es necesario hacer psicoterapia?
Ante todo la psicología es una herramienta que posibilita a la persona superar sus propias limitaciones frente a los desafíos que la vida cotidiana le impone dentro del marco de las distintas áreas del quehacer cotidiano.
Estas áreas podrían agruparse de la siguiente manera: Familia, pareja, trabajo, Cuidados de la salud, esparcimiento, estudios, amistad o relaciones sociales.
Cada una exige una serie de destrezas que, por falta de aprendizaje o conflictos que han dejado huellas dolorosas en el pasado, no siempre estamos en condiciones de manejar eficazmente, metiéndonos muchas veces en problemas que nos angustian y ponen en situaciones de desvalimiento e inseguridad.
Cuando esto ocurre es conveniente concurrir a un profesional que nos ayude a encontrar la manera de modificar aquellas actitudes o formas de ver las cosas que nos producen malestar o que no nos permiten crecer en aquello que nos interesa.
Hay personas que opinan que no es necesario concurrir a este tipo de servicios pues se las pueden arreglas por si mismas, y a menudo, cuando son cuestiones simples, probablemente no se necesite ya que no todas las decisiones que debemos tomar parten de algún problema psicológico, a veces uno necesita cierta información y accediendo a ella decide lo que quiere, pero otras veces la limitación se encuentra en la forma de analizar y ver las cosas, es como si uno fuera un río que pretende llegar a diferentes lugares viajando por el mismo cauce, personas que aplican una y otra vez aquellas formas de responder cuyos resultados no coinciden con los que pretenden obtener.
Hay una opinión generalizada de que el psicólogo es confundido con un consejero, alguien que le dice a usted lo que tiene que hacer frente a determinadas situaciones, y esto hace que haya gente que tema la dependencia al profesional, a la idea de que uno debe de “arreglárselas solo”. Respondiendo a esta afirmación, el profesional no es el que sabe, el que sabe siempre es la persona que viene a la consulta, el profesional aporta lo necesario para que ella acceda a sus propios recursos que le permitan comprender y resolver su situación, que no siempre se relaciona directamente con el sentimiento de malestar que le acosa, pero muchas veces dichas situaciones evocan malestares producidos por eventos pasados que en el presente están dormidos y despiertan por la similitud con aquellos. Un ejemplo de esto sería el dolor exagerado producido por la muerte de una persona anciana no muy allegada a usted, pero que le evoca el dolor por el mismo acontecimiento de algún ser querido que ocurrió un tiempo atrás y que este acontecimiento hace que reexperimente aquel dolor.
Otras veces el problema es en apariencia psicológico pero la causa es orgánica, entonces el psicólogo deber tener ciertos conocimientos que le permitan evaluar si la persona necesita la interconsulta con un médico. Un ejemplo que puede darse son los síntomas de nerviosismo o problemas de sueño que produce el hipertiroidismo o depresión en el caso del hipotiroidismo, o también los efectos adversos de alguna medicación.
Formas de abordar los problemas
Cada profesional tiene un estilo propio que hace a su personalidad como a la orientación que le haya dado su formación universitaria.
Existen profesionales con una orientación estratégica y sistémica que basan su tarea en definir objetivos a alcanzar. Los mismos son consensuados con el paciente y se trabaja hasta cumplir la meta. Un ejemplo sería el de padres que no pueden poner límites a sus hijos y entonces la meta a alcanzar sería que puedan ejercer su autoridad, y el trabajo muchas veces se realiza con una visión sistémica, lo que significa que el profesional debe analizar cómo se comunican entre si los integrantes de la familia y ver cuáles son los impedimentos que frustran los roles que deberían cumplir cada parte, el padre como tal, la madre como madre, el hijo como hijo.
Otros profesionales se dedican a analizar el pasado y ver cómo el mismo afecta el presente en una dialéctica con el paciente en donde van surgiendo cuestiones olvidadas y de fuerte componente emotivo que altera la tranquilidad del presente y que uno no sabe ni reconoce el origen.
De la mano del paradigma computacional, surgen los psicólogos cognitivistas, ellos trabajan con las líneas de razonamiento que el sujeto emplea en su elaboración de ideas y ayudan a que este se de cuenta de sus propias falacias o errores en la comprensión por fallas en el razonamiento. Un ejemplo del mismo sería el malestar que una persona expresa por lo que alguien le ha hecho en su contra. Un psicólogo con esta orientación probablemente le pida fundamentos lógicos y tangibles para saber cómo llega a esa conclusión.
Otras escuelas psicológicas se han abocado a investigar sobre el sentido de la vida, llegando a las conclusiones de que cada persona debe crear su propio destino, su propio sentido de la vida, y que hay trastornos producido por su falta, porque la persona no tiene un motivo para vivir, no dándose cuenta de que no es algo que se busque, sino algo que se construye. En un sistema social en donde se prioriza el razonamiento por sobre el sentir, muchas veces la búsqueda de ese sentido se basa en la necesidad de cumplir con lo que uno considera que el medio espera de él, en lugar de reconocer lo que se quiere, hasta el extremo de no reconocer los propios sentimientos. Las adicciones son un ejemplo claro de ese vacío de sentido que necesita ser llenado.
Más allá se encuentran las psicoterapias transpersonales, que buscan la manera de conectar lo místico espiritual con la condición humana, aquí nos encontramos con una orientación que aborda la experiencia de las personas desde una comprensión trascendente en donde el sentido se centra en la autorrealización del Ser más que en el desarrollo del ego, definiendo a éste como el personaje que representamos en el mundo social y que vamos construyendo a partir de las pautas culturales y experiencias cotidianas. Esta corriente toma elementos de las más diversas tradiciones de sabiduría de diferentes culturas como Budismo, Taoismo, Sufismo, Chamanismo, Misticismo Judeo-Cristiano, entre otros.
Conclusión
La función del psicólogo es ayudar a las personas a que recuperen su capacidad de sentirse bien, a bucear en la búsqueda de nuevas posibilidades de crecimiento, o a resolver situaciones difíciles, en resumen, el objetivo principal es el de promover en el individuo una mejor calidad de vida.
Si te ha gustado te invitamos a Compratirlo
Te podría interesar:
Para comentar debe estar registrado.